Evolución.
Mis queridas integrantes de la orquesta del Titanic,
vosotras que queréis seguir tocando a
pesar de los icebergs que surgen en el camino o los avisos de hundimiento:
vamos a jugar en serio.
A veces debemos detenernos y tomar distancia de lo
que hacemos, mirar a nuestro alrededor y pensar si merece la pena seguir dónde
estamos. Es posible que haya lugares mejores dónde ir o cosas más interesantes
en las que invertir nuestro tiempo. Entonces, ¿por qué estamos aquí?
El fandom es un concepto abstracto de relaciones
virtuales, pero tras cada seudónimo hay una persona que vive, palpita y siente.
El planeta en el que nos movemos está formado por los lazos invisibles que unen
a esas personas en un objetivo común, aunque ese “objetivo” se mueva y cambie
cada día, como una estrella errante.
Bien, pues pensando un poco todo esto me he dado
cuenta que nuestro fandom vive un momento crucial en su trayectoria: podemos
dar un paso adelante, con todo lo que eso conlleva, o dar un paso atrás que
significaría su extinción.
Estoy convencida que, como un grupo, podíamos seguir
durante mucho tiempo en este camino de creatividad y diversión compartida. No
sé si podríamos alcanzar el nivel de estructura y compenetración que tienen
otros como el de Harry Potter, Sobrenatural, u otros más veteranos como los de
StarTreck o El Señor de los Anillos. Hay
gente demasiado joven o con pocas ganas de comprometerse en lo que consideran
una simple “diversión” ¡Y por supuesto que lo es! Si no fuera divertido nada de
esto tendría sentido… pero es mucho más que una simple distracción.
Estamos aquí para comunicarnos, para ser creativos y
compartir unos intereses comunes, en este caso por los chicos y la música de
TH, pero yo creo firmemente (y por suerte no sólo yo) que el fanart en general
y el fanfiction en particular, ya que de él estamos hablando principalmente, es
una forma de arte popular contemporáneo.
Mucha gente se enorgullece de dedicarse a la pintura
en su tiempo libre, a dibujar comics o a la fotografía. Es algo que se comenta
con los amigos, que se muestra y de lo que uno se siente satisfecho. ¿Por qué
no ocurre lo mismo con nuestros fics?
Ellos son parte de nosotros, de nuestro corazón y
nuestras ideas, de nuestra fantasía. Devoran buena parte de nuestro tiempo
libre, y cada segundo lo consideramos bien empleado. Podemos estar todo el día
con una escena rondándonos la cabeza y hasta que no la escribimos no nos
quedamos tranquilas. Vosotras sabéis de lo que hablo, ¿verdad?
Sin embargo el fanfiction queda relegado,
generalmente, al limbo de los placeres prohibidos. Es curioso, pero no es un
arte suficientemente apreciado ¡Ni siquiera por aquellos que lo practicamos! Suele
ser algo de lo que no se habla más allá de las protectoras paredes de la
burbuja-fandom, y cuando se hace es sólo para decir que es algo infantil, una
etapa pasajera, algo que se debe abandonar cuando una ya es “adulta” El pobre
fanfiction queda relegado a ser algo parecido a una gripe de verano.
Estoy segura que nadie se imagina a una madre de dos
niños, a una profesional en cualquier área, escribiendo por las noches sobre su
banda favorita (entre otras cosas porque nadie piensa que más allá de la
primera juventud alguien se pueda sentir inspirada por algo así. Es más,
algunas hasta piensan que se sentirán avergonzadas en el futuro por haberlo
hecho alguna vez).
Sin embargo, hay muchas personas casadas y
trabajadoras que se sienten realizadas a través de la
escritura de fics, en este y otros fandoms. Se lo toman en serio, saben que es
un puntal de la cultura y una forma de arte que cada vez tomará mayor
relevancia.
El mundo editorial cada vez se fija más en los
autores de ficción, es una cantera de talento maravillosa. Y lo más curioso es
que no lo hacen para que abandonen su fandom y den el salto hacia la literatura
“seria”, sino que en muchos casos están publicando las historias tal cual
fueron creadas como una forma de ampliar el universo al que el autor se
dedique. Ya ha pasado con HP y puede pasar con cualquier otro fandom.
De todas formas, eso no es lo realmente importante.
Tenemos que ser conscientes de que nuestra labor creadora es valiosa en sí
misma, que somos autores con mayúsculas, que nuestro trabajo merece la pena. Y
algo más: para que nuestro fandom siga adelante
necesitamos evolucionar. No somos niñas pequeñas jugando frente al
ordenador, tenemos talento y una voz propia que podemos aportar, así que no nos
debemos estancar. Abramos la mente, leamos, leamos muchísimo, aprendamos cada
día de quienes somos y de quienes nos rodean. Cuidemos la ortografía, que es la
presentación de nuestra imaginación ante el mundo, esforcémonos por mejorar,
por sentirnos realmente orgullosos de lo que hacemos. De este modo nos
enriqueceremos todos y el fandom, a pesar de todo, podrá continuar su
emocionante travesía.
Archange
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