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domingo, 14 de abril de 2013

La orquesta del Titanic - TH Magazine Nº3 Marzo 2013




Evolución.

Mis queridas integrantes de la orquesta del Titanic, vosotras que queréis seguir tocando  a pesar de los icebergs que surgen en el camino o los avisos de hundimiento: vamos a jugar en serio.
A veces debemos detenernos y tomar distancia de lo que hacemos, mirar a nuestro alrededor y pensar si merece la pena seguir dónde estamos. Es posible que haya lugares mejores dónde ir o cosas más interesantes en las que invertir nuestro tiempo. Entonces, ¿por qué estamos aquí?
El fandom es un concepto abstracto de relaciones virtuales, pero tras cada seudónimo hay una persona que vive, palpita y siente. El planeta en el que nos movemos está formado por los lazos invisibles que unen a esas personas en un objetivo común, aunque ese “objetivo” se mueva y cambie cada día, como una estrella errante.
Bien, pues pensando un poco todo esto me he dado cuenta que nuestro fandom vive un momento crucial en su trayectoria: podemos dar un paso adelante, con todo lo que eso conlleva, o dar un paso atrás que significaría su extinción.
Estoy convencida que, como un grupo, podíamos seguir durante mucho tiempo en este camino de creatividad y diversión compartida. No sé si podríamos alcanzar el nivel de estructura y compenetración que tienen otros como el de Harry Potter, Sobrenatural, u otros más veteranos como los de StarTreck o  El Señor de los Anillos. Hay gente demasiado joven o con pocas ganas de comprometerse en lo que consideran una simple “diversión” ¡Y por supuesto que lo es! Si no fuera divertido nada de esto tendría sentido… pero es mucho más que una simple distracción.
Estamos aquí para comunicarnos, para ser creativos y compartir unos intereses comunes, en este caso por los chicos y la música de TH, pero yo creo firmemente (y por suerte no sólo yo) que el fanart en general y el fanfiction en particular, ya que de él estamos hablando principalmente, es una forma de arte popular contemporáneo.
Mucha gente se enorgullece de dedicarse a la pintura en su tiempo libre, a dibujar comics o a la fotografía. Es algo que se comenta con los amigos, que se muestra y de lo que uno se siente satisfecho. ¿Por qué no ocurre lo mismo con nuestros fics?
Ellos son parte de nosotros, de nuestro corazón y nuestras ideas, de nuestra fantasía. Devoran buena parte de nuestro tiempo libre, y cada segundo lo consideramos bien empleado. Podemos estar todo el día con una escena rondándonos la cabeza y hasta que no la escribimos no nos quedamos tranquilas. Vosotras sabéis de lo que hablo, ¿verdad?
Sin embargo el fanfiction queda relegado, generalmente, al limbo de los placeres prohibidos. Es curioso, pero no es un arte suficientemente apreciado ¡Ni siquiera por aquellos que lo practicamos! Suele ser algo de lo que no se habla más allá de las protectoras paredes de la burbuja-fandom, y cuando se hace es sólo para decir que es algo infantil, una etapa pasajera, algo que se debe abandonar cuando una ya es “adulta” El pobre fanfiction queda relegado a ser algo parecido a una gripe de verano.
Estoy segura que nadie se imagina a una madre de dos niños, a una profesional en cualquier área, escribiendo por las noches sobre su banda favorita (entre otras cosas porque nadie piensa que más allá de la primera juventud alguien se pueda sentir inspirada por algo así. Es más, algunas hasta piensan que se sentirán avergonzadas en el futuro por haberlo hecho alguna vez).
Sin embargo, hay muchas personas casadas y trabajadoras que se sienten realizadas a través de la escritura de fics, en este y otros fandoms. Se lo toman en serio, saben que es un puntal de la cultura y una forma de arte que cada vez tomará mayor relevancia.
El mundo editorial cada vez se fija más en los autores de ficción, es una cantera de talento maravillosa. Y lo más curioso es que no lo hacen para que abandonen su fandom y den el salto hacia la literatura “seria”, sino que en muchos casos están publicando las historias tal cual fueron creadas como una forma de ampliar el universo al que el autor se dedique. Ya ha pasado con HP y puede pasar con cualquier otro fandom.
De todas formas, eso no es lo realmente importante. Tenemos que ser conscientes de que nuestra labor creadora es valiosa en sí misma, que somos autores con mayúsculas, que nuestro trabajo merece la pena. Y algo más: para que nuestro fandom siga adelante  necesitamos evolucionar. No somos niñas pequeñas jugando frente al ordenador, tenemos talento y una voz propia que podemos aportar, así que no nos debemos estancar. Abramos la mente, leamos, leamos muchísimo, aprendamos cada día de quienes somos y de quienes nos rodean. Cuidemos la ortografía, que es la presentación de nuestra imaginación ante el mundo, esforcémonos por mejorar, por sentirnos realmente orgullosos de lo que hacemos. De este modo nos enriqueceremos todos y el fandom, a pesar de todo, podrá continuar su emocionante travesía.

Archange

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